Dientes sensibles: causas comunes y cómo aliviarlos de forma efectiva

Tomas un café caliente o muerdes un helado y… ¡zas! Ese dolor agudo aparece de inmediato. Si te ha pasado, probablemente tienes dientes sensibles. Esta molestia ocurre cuando la dentina, una parte interna del diente, queda expuesta. La dentina está conectada con los nervios, así que cualquier cambio de temperatura o presión puede causar dolor.


Causas comunes de la sensibilidad dental

Tener dientes sensibles puede deberse a varios factores. Aquí te comparto los más comunes:

Cepillarte con demasiada fuerza o con un cepillo muy duro

Usar pastas abrasivas o blanqueadoras con demasiada frecuencia

Rechinar los dientes (bruxismo), sobre todo mientras duermes

Tener caries, encías retraídas o fracturas pequeñas en los dientes

Tratamientos dentales recientes como limpiezas profundas o blanqueamientos


Cómo aliviarlos sin complicaciones

Lo primero que debes hacer es cambiar tu cepillo por uno de cerdas suaves y usar una pasta específica para dientes sensibles. Estas pastas contienen ingredientes que ayudan a bloquear las señales nerviosas y reducen el dolor con el uso constante.

También puedes probar enjuagues bucales sin alcohol y evitar comidas o bebidas muy ácidas. El ácido desgasta el esmalte y empeora la sensibilidad.


Cuándo visitar al dentista

Si ya llevas semanas con molestias y nada mejora, es momento de agendar una cita. El dentista podrá evaluar si tienes una causa más seria detrás de los dientes sensibles, como una caries profunda, una infección o un problema en las encías.

En algunos casos, puede aplicar tratamientos como barnices de flúor, resinas o incluso recomendarte una guarda nocturna si rechinas los dientes mientras duermes.


Consejos para prevenir la sensibilidad

Cepíllate suavemente dos veces al día

Usa hilo dental todos los días

Evita alimentos demasiado ácidos como refrescos, jugos cítricos o dulces pegajosos

No uses tu boca como herramienta (abrir cosas, morder objetos)

Visita a tu dentista al menos dos veces al año


No te acostumbres al dolor

Tener dientes sensibles no es algo que debas aceptar como normal. Es una señal de que tu boca necesita atención. Escúchala. Con buenos hábitos y los productos adecuados, puedes volver a disfrutar de un helado o una sopa caliente sin miedo.

Cuida tu sonrisa. Lo vale.


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